Uno se sirve del escudo de la esperanza para hacer frente a la herencia que nos ha dejado la noche oscura y el vacío. La herencia es el vacío y uno se sirve del escudo a pesar de que en sus dos lados no hay nada.
(...)
He leído el poema de Sándor Petöfi, "La esperanza" y dice:
"¿Qué es la esperanza?... Pues es una fulana que encandila a todos porque les ofrece lo que desean. Ella acabará abandonándote aunque sacrifiques por ella muchos de tus tesoros, incluso tu preciada juventud."
Este gran poeta sensible y justo, un verdadero patriota para su tierra natal, Hungría, murió hace setenta y cinco años. Su país acababa de ser saqueado por los cosacos y murió hundido y desmoralizado; pero lo que es triste es que el mensaje de su poesía no ha muerto y sigue vivo entre nosotros.
(Shaoxing, 1881 - Shánghai, 1936)
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